Vaya situación, esconderse bajo máscaras de niños,
pero de niños berrinchudos! que, para obtener su beneficio son capaces de ser groseros, obstinados, incoherentes,
etc., evidenciando su nula capacidad para entablar una verdadera conversación con
tacto y responsabilidad, y no provocar una batalla
innecesaria para así poder llegar a un
común acuerdo y lograr una convivencia hermosa entre los adultos que
somos.
jueves, 17 de mayo de 2012
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