Recuerdo cuando reíamos y eramos lo
suficientemente resistentes a nuestros sarcasmos que escondían mucho sobre
nuestros sentires mas profundos y ni aun asi nos agobiábamos con sensibilerías,
recuerdo también que era tal la confianza que te tenía que un día me solté a
llorar porque no soportaba la ………. vida que había elegido vivir, y tu simplemente me invitaste a calmarme y a
elegir lo que realmente me hiciera mas feliz aunque lo que tuviera que eligir no nos
incluyera... Y me pregunto porque si todo nos resultaba tan bien, terminamos
como dos extraños....
lunes, 3 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario