Cuando me plantearon
que mi vida se podía comparar con la de una semilla de tulipán y que como tal
no iba a dar margaritas (al reconocer lo que soy), y que tanto en su desarrollo
como en el mío no necesitaba de semillas anexas, para tener color, hojas,
tallos, etc., pues ya todo venía incluido en la semilla para poder ser (aceptar
lo que tengo para ser), y que el ciclo de vida del tulipán es un proceso
armonioso y de crecimiento gradual y dulce como parte del universo (vivir en el
momento presente con la certeza absoluta de que elijo todo el bien para mi y
todo lo que me rodea y que sólo puedo experimentar lo maravilloso de la vida, pues esta en mi la energía creadora), y
que como todo ciclo de vida, algún día el tulipán dejará de existir y no regresará porque deja el
espacio para una nueva flor pues la vida sigue (prepararme para trascender
porque lo que haga o deje de hacer, sólo será posible en esta vida y nada mas),
yo quedé totalmente maravillada con tan acertada explicación, porque alguna vez
no aprecié la vida y de vivir pase a sólo existir, y fue a partir de esa
explicación , que sentí como mi ser aterrizó todas las ideas que danzaban dispersas
en mi mente, y volví a sonreír infinitamente y a valorarme y a valorar todas
las formas de de vida… gracias J
jueves, 24 de enero de 2013
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