Muchas personas nos preguntan sobre cómo reconocer una buena canalización de otra que no lo es. es muy difícil contestar a esto, pues para nosotros el discernimiento es un don divino, pero quizás podamos aportar algo a esta confusión.
Como humanidad nos encontramos en un momento muy especial, con fuertes cambios energéticos, entre ellos el cambio vibracional de la Tierra debido a su nuevo magnetismo.
Para estos cambios, es necesario estar muy centrado en el Ser Divino de cada uno que se aloja en el corazón, desechando cualquier información que nos lleve a la duda, al a confusión o al miedo, aunque esta esté disfrazada de palabras de amor y bondad.
Cuando elegimos el amor y desechamos el miedo de nuestras vidas, se produce el asombro por la gran fuerza que anima al universo y a toda la vida, y sentimos y sabemos que no necesitamos ningún intermediario entre nosotros y lo divino.
Este es uno de los papeles que muchos canalizadores pretenden desempeñar: el de intermediarios entre nosotros y lo divino. Por ello crean grupos, y generan expectación alrededor de ellos. Es importante distinguir cuándo les mueve el amor puro y el servicio desinteresado, y cuándo la necesidad de admiración y estima. El “gusanillo del orgullo espiritual” se cuela muy fácilmente en las mentes poco entrenadas, y debemos tener la absoluta confianza en que cuanto estemos preparados, nos llegará la información que necesitemos para nuestro crecimiento, nuestra liberación y nuestra ascensión. Mientras tanto… tenemos tanto trabajo que hacer… tenemos tanto que transmutar… tanta belleza y sabiduría que liberar…
No hay nada nuevo bajo el sol. Nuestro trabajo es abrir los ojos y escuchar con el corazón abierto, lo que nos generará un discernimiento claro a prueba de falsos gurús, canalizadores y falsos profetas.
Muchas de las canalizaciones actuales impactan profundamente en las conciencias que buscan el asombro en lo externo, y que buscan su liberación en los libros, internet, en los gurús, canalizadores… en lugar de proponerse firmemente encontrar el asombro que produce la devoción a nuestro propio dios interno.
Efectivamente ahora nos encontramos en el momento en el que los falsos profetas aparecen como las setas después de la lluvia, y que con sus “milagros” nos mantienen enganchados a ellos, olvidando que somos seres libres, pero que nos queda todavía gran trabajo que hacer a cada uno, a nivel de transmutación de nuestros cuerpos inferiores y nuestra energía más densa, cuya imagen podemos ver proyectada todos los días en las noticias, que no hacen más que dar forma a la mayoría de la conciencia colectiva. Sí, esta es nuestra realidad ahora; y en lugar de huir de ella, podemos hacer mucho para cambiarla y transformarla… cambiando y transformándonos nosotros primero en los bellos, amorosos, sabios y poderosos seres espirituales que somos, recuperando nuestro origen divino y siendo sinceros y genuinos con nosotros mismos.
Otra de las formas de reconocer a estos “falsos profetas”, es dándonos cuenta de que cuando dicen que “no hay que hacer nada, que recibimos ayuda del exterior y que no es necesario mover un dedo”, están canalizando energías de dudoso origen que de una manera u otra pretenden evitar lo inevitable, nuestra propia liberación.
A veces, estos canalizadores dicen canalizar a Arcángeles y Maestros Ascendidos… ¿cómo distinguir entonces cuándo se trata de una auténtica canalización?
En este caso parece bien difícil, pero las pautas han de ser siempre las mismas: ¿pide esta persona o personas donaciones y dinero? (recordemos que a quien esté bajo la protección y cuidado de los Seres de Luz no le faltará de nada, incluido dinero. Recordemos que Conny Méndez nunca cobró sus clases de metafísica). ¿Prodiga su imagen en los medios? Los verdaderos maestros no necesitan de los medios para llegar a mucha gente, ellos son guiados y protegidos a las personas y a los lugares donde son necesitados. Por otro lado, los medios suelen desvirtuar las enseñanzas verdaderas y muy pocas de estas almas tan grandes y puras los utilizan como soporte para su enseñanza. ¿Su mensaje es que no debemos hacer nada, que vendrán a ayudarnos nuestros hermanos extraterrestres? ¿Se jactan de sus éxitos como sanadores, relatando experiencias con sus pacientes? ¿Aparentan ser los salvadores y los pacientes los salvados?...
Durante los próximos tres años nos queda un intenso trabajo de purificación que hacer con nosotros mismos, cada uno el suyo, para ser capaces de adaptarnos a la enorme transmutación que está llevando a cabo nuestra querida Tierra/Gaia.
Tenemos en nuestro interior la capacidad de adaptarnos al cambio y de saber qué es lo bueno y saludable para nosotros, y tenemos también en la fuerza y sabiduría de nuestro Ser Divino todas las herramientas necesarias para llevar a cabo esta enorme e importantísima tarea.
Pongámonos manos a la obra, a rehacer nuestras casas, a deshacernos de lo que no nos sirve y a reclamar nuestro poder interior divino.
Compartido con amor , usen su discernimiento, Nancy
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