CoNtAnDo: No La ViDa VeRdAdErA, SiNo La ImAgInArIa... S.


martes, 14 de julio de 2009

AmOR iNkOnDicioNaL

La religión nos ha impuesto la creencia falsa de que para santificarnos tenemos que dar a otros.

Tenemos que abandonarnos a nosotros mismos en la causa de servir a los otros.

Pero cuando damos desde ese espacio
lo único que alimentamos es el resentimiento, porque el abandono alimenta el resentimiento.

Para dar en el afuera incondicionalmente - para poder dar servicio incondicionalmente - tenemos primero que darnos ese regalo a nosotros mismos.

La verdad es que el único regalo verdadero que le podemos dar a nuestros hijos - o a la humanidad en general - es el amor incondicional a uno mismo.

Porque el amor incondicional a uno mismo les permite a todos alcanzar la libertad total.

Y ese es el regalo más grande que les puedo dar a todos:
permitirles tener su propia experiencia.
Permitirles tener su propia y completa expresión de humanidad.
Permitirles disfrutar de la montaña rusa de la vida en todas sus dualidades y diversidades.

Tener la sabiduría de saber quien soy, les brinda a ellos la oportunidad de encontrarse a si mismos.

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